Este innovador proyecto combina el desarrollo cognitivo del ajedrez con la práctica del mindfulness, creando un espacio único de aprendizaje y bienestar. A través del juego, el alumnado mejora habilidades como la memoria, la planificación, el autocontrol y la toma de decisiones. La incorporación de la atención plena permite gestionar emociones, cultivar la paciencia y favorecer una actitud reflexiva ante los retos. El tablero se convierte así en un espejo del pensamiento y de las emociones, donde se aprende tanto de los movimientos como del silencio entre ellos.
Todos los viernes, algunos de nuestros grupos disfrutan de esta experiencia.
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